“La vida es absurda, estúpida y desagradable” esta frase, que sale de boca del protagonista de la última película de Alex de la Iglesia sintetiza la manera de ver el mundo de este particular director español. En sus películas el humor negro, la exageración, lo absurdo y efectivamente, la estupidez están a la orden del día.
Al igual que en El día de la bestia, en Crimen ferpecto un hombre tiene una misión en apariencia absurda, en la primera un cura se propone encontrar al anticristo que está por nacer (lo sabe porque ha descifrado el Apocalipsis); en esta última película Rafael está decidido a convertirse en jefe de planta del almacén por departamentos en el que vino al mundo (literal, su madre lo tuvo allí) y en el que trabaja hace años. “Pasaré toda mi vida aquí” murmura con decisión…
Él es el mejor vendedor que ha existido en la sección de mujeres, galante, decidido, reina en su pequeña sección. Aspira, en esencia a vivir como en un centro comercial en el que todo está ordenado, pulcro, huele bien y, en esencia, está perfecto. Las cosas parecen funcionar hasta que termina matando accidentalmente al único que estaba entorpeciendo la realización de su sueño. La trama se complica cuando Lourdes, la único testigo del incidente, decide convertirse en sus cómplice con tal de poder chantajear a ese hombre que ha deseado durante años y que nunca la ha querido por ser fea.
He de decir que la primera media hora es francamente inolvidable. El ritmo ágil, la narración en off, las tomas rápidas; es un deleite de cinismo y crítica. Ahí esta el hombre prisionero de sus sueños “sé cuál es el auto que quiero, la casa que quiero” reinando en su pequeña parcela de mundo creyéndose ganador y después abocado al infierno de lo absurdo. A mi parecer la película pierde ritmo hacia el final, o mejor aún, entra ya de grueso en el delirio absoluto (eso no está mal pero el personaje del fantasma conciencia no me gustó mucho).
Algo similar, aunque mejor logrado, ocurre en El día de la bestia tras que los personajes ingieren LSD. En este caso Rafael ha pasado de la depresión a la neurosis y de ahí a la locura. Atrapado en la red de Lourdes , hasta se ha casado con ella, intenta, en medio del delirio idear la manera de deshacerse de su esposa sicópata, necesita un plan perfecto, sin fisuras. Mientras tanto desfilan los integrantes de la familia de Lourdes, especimenes propios de la fauna del director: la hermana de 8 años que asegura testar embarazada y tener SIDA, el padre que vive dormido.
Mención aparte merece la inclusión de shows televisivos con los que el director realiza una sátira a ciertos programas, en El día de la bestia lo había hecho con un programa de misterios al que llamó “Mas allá de lo imposible”, y transmitía en vivo, por ejemplo, un exorcismo a un niño. En este caso será el programa en el que las novias van a pedirles a sus novios, en vivo, que se casen con ellas “tranquilo, piénselo, solo lo están mirando seis millones de televidentes.” Al final, hay una fisura, el crimen no es perfecto sino ferpecto como lo es la realidad misma… Una película, lejos del humor tradicional, para divertirse un buen rato y mirar, con otros ojos, las vitrinas del centro comercial.