El de hoy fue un #Cinetflix dedicado a los 90. Recomendamos tres thrillers de esa época. disponibles en Netflix.
El mío fue A perfect murder, un remake de una película de Hitchock de 1954 que, a su vez, era la adaptación de una exitosa pieza teatral: Dial M for murder. Para que vean que eso de los remakes no se lo inventaron ahora.
Así que ahí estamos, en esta época en la que los celulares aún son una excentricidad que solo algunos se pueden permitir, y dar rienda suelta a los deseos sexuales acababa muy mal, como lo demuestran varios títulos de los 80 y 90 .
La que ha descubierto cosas que no conocía es la dulce e inocente Emily Bradford Taylor, una rica heredera poliglota que trabaja por el gusto de ayudar,no porque lo necesite. Siempre impecable, bien puesta, con un aura angelical, interpretada por Gwyneth Paltrow, a la que le caen perfecto estos papeles de “cara de yo no fui”.
Pero ella sí fue, y lo sabemos rápidamente, la glamorosa e impecable Emily tiene un amante: David, un atractivo pintor que es interpretado, ni más, ni menos- y paren ya todo- por Viggo Mortensen, a quien le creemos su cara de enamorado y muy pronto le hacemos barra.
No es difícil, del otro lado, el marido, Steven Taylor es un Michael Douglas sacando a relucir el tipo frío y sin escrúpulos que tan bien sabe interpretar. ¿Soportará ver a su mujer irse con otro? Y cuidado que no hablo de amor sino de lo que representa en dinero esa lánguida rubia.
¿Cómo se enamoraron esos dos y decidieron que era buena idea casarse? Vaya uno a saber. El guión se centra en mostrarnos a la enamorada mujer incapaz de ver las oscuras fuerzas que esconden los hombres que la rodean, por que aquí nadie es lo que parece.
Como en otras películas de los 90 el dinero es el que mueve el mundo y, por desgracia, también los corazones. Quizás la inocente Emily que nació rica pueda permitirse otros sentimentalismo pero en tierra de hienas nadie está mirando el corazón del otro.
Esa oscuridad en las intenciones se ve en la fotografía un tanto oscura y sucia de la película, en donde el espectador, desde el inicio, sabe lo que ignora Emily y ve cómo uno a uno los otros van tendiendo sus trampas y jugando sus cartas.
Que no es tan buena como la original, que se le sumó una violencia innecesaria o que sus giros son demasiados, son algunas de las críticas que ha recibido esta película solo recuerdo que es la posibilidad de ver a estos tres actores interpretando claros estereotipos de la época: El marido rico y malo, la esposa ingenua y el amante interesado.
Y si nada de esto los convence entonces háganlo solo para ver a Viggo Mortensen pintando (los cuadros dicen que de verdad los hizo él) encarnando un un personaje con distintas capas al que uno quiere y odia por partes iguales.