Ayer #Cinetflix estuvo dedicado a México, recomendamos tres películas que transcurren en ese país.
La mía fue una película mexicana que tuvo un gran éxito en taquilla cuando se estrenó en el 2002 debido, sobre todo, a la enorme polémica que la rodeó. Se trata de El crimen del padre Amaro.
La película está basada en el libro del mismo título escrito por el portugués Eça de Quirós publicado en 1875. Sin dudarlo también recomiendo esta ácida novela que, a pesar de los años transcurridos, no pierde vigencia en su retrato de la doblez y simulación presente en la iglesia y la sociedad.
El director Carlos Carrera vio, sin duda, los múltiples lazos que podían tenderse entre la controvertida novela y el México actual. El talentoso Vicente Leñero (QEPD) , el mismo guionista de la genial La Ley de Herodes, hizo la adaptación en donde se incluyeron problemáticas propias del país.
La acción se sitúa en Aldama, un pequeño pueblo hasta donde llega el muy joven y recién ordenado padre Amaro para terminar de formarse junto al padre Benito. La película, como la novela, hará un retrato descarnado de los feligreses y sus relaciones, no siempre claras, con la iglesia y sus representantes. La adaptación introduce elementos propios de la actualidad mexicana y de otros países de América latina como lo son la influencia de la teoría de la liberación en algunos curas y la complicada relación entre narco e iglesia que benefician a ambos bandos.
Siguiendo la línea argumental de la historia original, la película va acompañando al padre Amaro en el descubrimiento de la doble moral que reina entre los curas y, como verá pronto, en sí mismo.
Gael García Bernal encarna a Amaro y consigue hacer una representación creíble de un personaje que despierta todo tipo de emociones encontradas en el espectador. Su cara de buena persona es perfecta para mostrar las múltiples contradicciones de ese personaje. A él lo acompaña Ana Claudia Talancón como Amelia, una joven creyente que tiene problemas con su novio, un periodista, a quien no lo convence la institución eclesiástica y desconfía de este nuevo padre. Reconocidos actores mexicanos, como Pedro Armendáriz Jr, Damián Alcázar o Angélica Aragón interpretan a los distintos curas, poderes oficiales y feligreses que se relacionan de distintas maneras con la iglesia.
Carlos Carrera cuida particularmente la recreación de esa sociedad mexicana y filma de manera descarnada ciertas escenas en donde no teme socavar símbolos católicos. Lo que, claro, no gustó a todos y provocó intentos de censura.
Más allá de la polémica muchos de los temas que se discuten siguen estando vigentes en esta época de escándalos de la iglesia. Por ejemplo, en un momento, el padre Amaro, habla sobre la imposición del celibato para los sacerdotes y cuestiona su utilidad. A lo que le contestan: “Primero habrá un Papa mexicano antes de que se suprima el celibato.”
Veremos qué ocurre primero