Mi recomendada del día de hoy no tiene pierde, se trata de Whiplash segunda película dirigida y escrita por Damien Chazelle, el joven ganador al Oscar a mejor director el año pasado por La La Land. Estrenada en 2014 Chazelle sorprendió a la crítica con esta historia de música y sufrimiento, disponible en Netflix desde hace unos días.
Andrew, el protagonista, encarnado por un sólido Miles Teller, espera convertirse en un gran baterista de jazz. Para lograrlo sabe que lo mejor que puede pasarle es tener como maestro a Terence Fletcher, el más reputado y estricto.
Fletcher, interpretado impecablemente por J. K Simmons, utiliza métodos poco ortodoxos. Nada de incentivar o motivar, es desde el escarnio y la máxima presión que cree sacará lo mejor de sus estudiantes.
Chazelle nos sumerge en este duelo entre maestro y alumno, siempre con el jazz de fondo, en el que se miden fuerzas. ¿Cuánto cuesta alcanzar un sueño?, ¿entregarse a una pasión? ¿Qué estamos dispuestos a hacer o sacrificar?
Fletcher no es fácil de contentar y Andrew verá sus prioridades ponerse de cabeza. El gran logro del director es conseguir que la tensión en esta particular relación maestro alumno se mantenga y vaya in crescendo. A los puristas del jazz probablemente ciertas cosas les molesten o les parezcan inexactas, como sucedió en La La Land otra oda de amor de Chazelle a ese género musical, pero dudo que la historia decepcione a nadie. Y ya que mencioné a La La Land todo lo que es dulce en ella aquí se transforma en pulsión, en rabia y desasosiego.
Recomiendo particularmente la intensa secuencia final y las preguntas que deja flotando en el aire.