¿Ya dije que me encanta Jon Bernthal? Lo descubrí en las primeras temporadas de «The Walking dead» desde ahí es claro que le salen bien los tipos duros y atormentados, como lo demuestra en su interpretación de «the Punisher» en «Daredevil» (que, nota aparte, pronto tendrá su propia serie).
En «Sweet Virginia» la película que quiero recomendar hoy, Bernthal da vida a Sam, una ex estrella del rodeo que ha dejado atrás la tierra donde era reconocido y maneja ahora un hotel de paso en Alaska. Es un duro caído en desgracia, un hombre de autoestima lesionada que a pesar de una aparente dureza exterior esconde una inmensa fragilidad debido a hechos sucedidos antes, en un pasado que logramos intuir apenas en algunos diálogos, en gestos medidos. Su rutina, y la del pueblo donde vive, se verá trastocada por un violento e inesperado suceso en el que se encuentra involucrado Elwood, un recién llegado explosivo, inquietante y violento (un tremendo Christopher Abbott).
El director canadiense Jamie M. Dagg consigue, a partir de un guión sencillo, un thriller contenido, en donde la tensión es permanente y el protagonista realiza un viaje interno hacia la reconciliación consigo mismo.