Mi recomendada de hoy en #Cinetflix fue la última película dirigida por el reconocido director inglés Ken Loach. Se trata de “I, Daniel Blake” en Netflix la encuentran como “Yo, Daniel Blake” (esta vez no se enloquecieron con la traducción) .
Por si alguien no está familiarizado con este director, sus películas se centran en los marginados de la sociedad, aquellos desechados por un sistema frío e impersonal que les cierra todas las puertas. Esta no es la excepción. La película cuenta la historia de Daniel, un carpintero de 59 al que tras haber sufrido un infarto, los médicos le aconsejan no trabajar pero no es fácil que le den una pensión por incapacidad. No tardará en terminar atrapado en una cadena de absurdos eventos burocráticos intentando arreglar su situación.
El guión, hecho como es habitual en el cine de Loach por Paul Laverty muestra el choque de Daniel y un sistema, ajeno a su realidad, que le pide, acceso a internet y llenar formularios online, mientras debe responder miles de preguntas una y otra vez.
Es difícil no sentir empatía por él y sus esfuerzos por mantener la dignidad y la compostura ante las difíciles y absurdas situaciones que debe afrontar. Dave Johns quien había actuado sobre todo en televisión, lo encarna con gran credibilidad.
En medio de esta complicada situación , por decir lo menos, Daniel conoce a Katie (Hayley Squires) una madre soltera a cargo de dos hijos que ha dejado Londres intentando encontrar una salida a su desesperada situación económica.
Loach, como es su costumbre, no duda en desarrollar las relaciones que Daniel entabla tanto con Kate como con otros personajes secundarios. Relaciones que, afortunadamente, nos recuerdan que no todo está perdido. Algunos buscan cómo encajar o consiguen sobrevivir manteniéndose fuera a punta de ingenio. Por su parte Blake está decidido a ir hasta el final, resistir cueste lo cueste, mientras esta suerte de fábula kafkiana del hombre enfrentando al absurdo sistema burocrático que lo priva de sus derechos más elementales.
“I, Daniel Blake” se llevó al premio a Mejor película británica en los BAFTA de este año y la Palma de Oro del año pasado en Cannes.
No es la mejor película de Loach pero no deja de ser una buena película, en la que el ya octogenario director vuelve a poner poner el dedo en la llaga para recordar a los desposeídos y olvidados.
Que esta sea una invitación para visitar la filmografía de este interesante director británico. Dejo aquí el link del artículo que hice para Kinetoscopio sobre Sweet Sixteen (2002), otra de sus películas.https://tinyurl.com/y7doywz8