A la alianza Marvel –Netflix le ha ido bien y pinta para largo. Además de lo que ya está disponible estrenará por lo menos dos títulos nuevos en el 2017.
Hace unos días terminé Luke Cage que, para mí, ocuparía el segundo lugar tras Daredevil (lleva dos temporadas y si la primera temporada arrancó bien y suplió sus irregularidades con el mejor villano de todos: Wilson Fisk, interpretado magistralmente por Vincent D Onofrio, la segunda es aún mejor, más contundente, más oscura gracias, sobre todo, a la aparición de Jon Bernthal como The punisher.)

En tercer lugar dejo a Jessica Jones (lo siento, no logró atraparme y aún no la acabo. No me engancho con este personaje, la trama me parece floja y el villano no me convence pero entre gustos no hay disgustos).

Luke Cage, por su parte, arranca de manera prometedora, va construyendo al personaje de manera pausada mientras Mahershala Ali brilla como el malvado Cottonmouth, Alfre Woodard encarna con precisión a la corrupta política Mariah Dillard y le creemos al cínico Shades (Theo Rossi) de voz gruesa y arrastrada. Sin embargo, el ritmo se va perdiendo y la aparición del segundo villano no tiene la misma fuerza. Algunos capítulos parecen más de relleno que otra cosa y hasta algunas peleas se ven faltas de ritmo y acartonadas (como ciertos dramas internos del protagonista). Lo que no desmejora nunca es la música, impecable de principio a fin ocupa un importante lugar durante toda la serie, esta en la que, como dice uno de los personajes no deja de tener “algo poético cuando tiene a un negro a prueba de balas paseándose por Harlem.”
Aquí una de mis escenas favoritas donde confluyen varios de los protagonistas y la música es parte central.