Quizás a alguno le sorprenda el título, que no es otra cosa que la manera cómo se clasifica la mejor coca, la más pura. No faltará al que el subtítulo le parezca una exageración, o algo cierto pero en los lejanos años 90. Pues bien, durante 492 páginas Saviano lo convencerá de que es cierto: la cocaína gobierna el mundo.
No es la primera vez que un libro de Saviano toca temas controvertidos. En el 2006 con la publicación del libro Gomorra, este periodista y escritor italiano develó cómo funciona la mafia italiana. El libro le dio reconocimiento, ediciones en más de cincuenta lenguas y, como era de esperarse, amenazas. Sacar a la luz los secretos de la mafia lo condenó a vivir acompañado de una escolta permanente. Es precisamente a ellos, a los carabineros con los que ha compartido 38000 horas a los que Saviano les dedica el resultado de su última gran investigación.
El libro está divido en siete partes compuestas, cada una, por capítulos en los que el autor intercala historias de vida de ciertos personajes, escritos entre la crónica, el reportaje y con la adición de uno que otro momento más literario. El resultado es un texto muy ameno de leer que lleva al lector de la mano por el mundo del narcotráfico y sus infinitos tentáculos.
Saviano explica el inicio del negocio, la creación de los diversos carteles mexicanos, el funcionamiento del narcotráfico en Colombia y, sobre todo, retrata la descomposición de unas sociedades que empezaron a ser permeadas por el dinero de las mafias y a ver sus cimientos corroídos. Si el desprevino lector ha leído alguna biografía de Pablo Escobar o ha visto alguna serie sobre narcos quizás crea saberlo todo pero bastará adentrarse en algún capítulo de este libro para saber que solo ha visto la punta del iceberg. Saviano nos mostrará cómo esas historias locales hacen parte de un inmenso mercado global que crece desmesuradamente y que produce innumerables daños colaterales que no alcanzamos a imaginar mientras los esfuerzos por detener este tráfico ilegal no alcanzan a hacerle ninguna mella a este lucrativo negocio.
De América Latina a Estados Unidos, Europa, Rusia y África (“La cocaína es como una de las epidemias que se han extendido por todo el continente africano a una velocidad de espanto). Saviano va a todas partes, investiga, husmea, busca entrevista, desempolva archivos, compara cifras y al final “ya no es capaz de mirar un mapa del mundo sin ver rutas de transporte, estrategias de distribución.”
No tardamos en ver que los alcances del tráfico de coca son enormes. Es un negocio altamente rentable que beneficia a muchos, como, por ejemplo a los bancos “el 97,4 por ciento del narcotráfico en Colombia se blanquea puntualmente en circuitos bancarios de Estados unidos y Europa(..) algunos bancos se han salvado gracias a ese dinero.” Como lo revelará Saviano, atrás quedaron los tiempos de los paraísos fiscales hoy en día Nueva York y Londres son los mayores blanqueadores de dinero negro del mundo.”
Saviano no tardará en descubrir una realidad estremecedora, buscar información sobre la coca genera la misma adicción que consumirla, no hay noticia que no pueda, al final, terminar involucrada con ella, no hay tema que no termine salpicado por este negocio ilegal. El paso de los años, la captura de ciertos narcos, la aparición de otras drogas no han debilitado el mercado de la coca (como creen algunos), la consumen personas muy diversas por razones diferentes: para trabajar mejor, para rendir más, para divertirse, etc.. Es un mercado amplío y variado que está en todas partes.
El autor se adentra, indaga, para mostrarnos no solo el negocio sino como este corrompe el alma humana. Hay historias de venganzas y horrores entre las páginas del libro, de codicia llevada al extremo, de mentes alucinadas embebidas por el dinero y el bienestar individual que son capaces de todo. El ser humano, su lado más oscuro y temible aparece retratado aquí.
También hay un lugar para los que no se han dejado tocar, Saviano cuenta historias de agentes temerarios que no se dejaron comprar; de periodistas valientes que no dudaron en denunciar; de hombres y mujeres íntegros que no se dejaron intimidar o acobardar y cuyos nombres han sido olvidados, sepultados, recordados, y esto lo sumo yo , paradójicamente menos que los capos a los que se enfrentaron en soledad.
¿Vale la pena sumergirse en esta lectura confrontadora que nos pone los pelos de punta a cada página? ¿Servirá de algo entrar a la boca del lobo y descubrir que se esconde adentro? Yo creo que sí, yo creo que es necesario, yo creo que, como lo dice Saviano, conocer este tipo de historias y compartirlas “ es articular una posibilidad de resistencia” para dejar de ser partícipes, por desconocimiento, de un engranaje macabro.
“Las mafias no le temen a los escritores; le temen a los lectores.”
Lo mejor: El viaje en montaña rusa de emociones garantizado que ofrece este libro que deja mucho para pensar.