Enric Marco mintió, los engañó a todos. ¿Se le puede condenar por ello?
La historia es real, en mayo de 2005 un historiador alejado de la academia, Benito Bermejo, hizo caer la farsa: Enric Marco había fingido, durante tres décadas, ser el prisionero No 6448 del campo de concentración alemán de Flossenbürg. Pronunció innumerables discursos y charlas sobre su experiencia, conmovió a todo tipo de asistentes hasta las lágrimas, recibió honores y homenajes, y hasta presidió la Amical de Mauthausen (asociación que reúne a los deportados españoles en los campos nazis). Cuando se supo que su historia era falsa el escándalo fue mayúsculo y el nombre de Marco se asoció a los más viles canallas y mentirosos de la historia.
¿Se lo merece?
Esa será la pregunta que Cercas abordará a lo largo de El impostor. El escritor español narra su experiencia al conocer la historia de Marco y al decidir, tras años de dudas, escribir este libro. Lo que leemos es el proceso de escritura y de desenmascaramiento final de Marco, ¿acaso uno puede inventar una vida falsa con una sola mentira o es, más bien, un complejo y elaborado trabajo de años?
Pero esta historia no es sólo eso.
El libro es también una reconstrucción de los pormenores de la guerra civil española, la vida durante la dictadura, el posterior y particular momento de la transición democrática y los esfuerzos realizados a partir de la denominada ley de memoria histórica, todo de la mano de Marco quien tiene historias que contar para cada uno de esos momentos. A través de largas entrevistas con el protagonista y una amplia labor investigativa Cercas intentará separar la verdad de las mentiras, llegar al fondo de las historias tejidas por este personaje mientras se pregunta, sin cesar, si este esfuerzo es necesario y si la labor de un escritor, en últimas, no dista mucho de lo hecho por Marco. ¿No son los dos, finalmente, unos elaboradores de ficciones, unos mentirosos?
Así que este libro termina por ser muchas cosas: el diario íntimo de un escritor mientras escribe un libro, sus dudas, sus temores, las preguntas que se hace y los retos que enfrenta (sobre todo en este caso en particular). Es también un homenaje, a los héroes silenciosos y olvidados (tema recurrente en los textos de Cercas) a esos que no han recibido condecoraciones, ni discursos, esos que estuvieron firmes y “dijeron no cuando todo el mundo dijo sí” y que, sin embargo, no están anotados en los libros, no se les hace visibles. Por otra parte, no deja de ser una especie de thriller, una investigación implacable en la que se van deshaciendo, una a una, las historias de Marco y va quedando la verdad. Y claro, es un cuestionamiento sobre esa aparente verdad y sobre la mentira, la realidad y la ficción, sus alcances, sus consecuencias, sus límites borrosos.
Cercas se enfrenta a diversos dilemas morales y se encuentra, por instantes fugaces, seducido por este mentiroso redomado que ha conseguido engañar a tantos.
Marco, en últimas, encarna al hombre común, a ese que en circunstancias difíciles no es capaz de rebelarse ni de realizar actos extraordinarios pero que hubiera querido ser distinto, su mentira quizás no es más que una redención a su cobardía del pasado el problema es que, como anota Cercas, “el pasado no pasa nunca, ni siquiera, lo dijo Faulkner-es pasado; el pasado es una dimensión del presente”.
Por último, un dilema más, los innumerables actos públicos y apariciones de Marco sirvieron para poner a la luz momentos oscuros de la historia nacional española de los que muy poco se quiso hablar durante años, que estuviera ahí es falso pero lo que cuenta sí sucedió. ¿Es del todo censurable lo que hizo? Quizás, simplemente. “igual que Marco las naciones hacen también lo posible para evitar conocerse a sí mismas o reconocerse como lo que son.”
Un libro para cuestionarse sobre la creación de la propia identidad y las historias que nos creemos o creamos de nosotros mismos. Un libro para reflexionar, a través de una vida, sobre la labor de la ficción en la sociedad y el papel de la historia y de la memoria (que son dos cosas diferentes) en la construcción de la identidad de una nación.
Lo sorpresivo: descubrir que la historia de Marco es una entre varias, no son pocos, en diferentes países, los que se han inventado pasados de víctimas y han incluso escrito libros al respecto de su falsa experiencia.
Lo mejor: que el libro no sea solo la historia de Marco sino que, gracias a la inclusión del propio escritor y sus dilemas, esta sea solo el punto de partida para diversas reflexiones y que el final depare una sorpresa más.