Precious tiene 17 años, pesa más de 100 kilos, tiene una hija, está embarazada de su segundo hijo, vive con su madre abusiva y ha sido violada en repetidas ocasiones por su padre, quién es el responsable de su maternidad prematura. Si se cree que esto es demasiado vale la pena recordar que la película está basada en hechos de la vida real para terminar de deprimirse. Si nada de esto parece un argumento suficiente para desistir de escoger ver esta película para distraerse un domingo en la tarde con la idea de que peores cosas pasan a veces por Hallkmark, toca aclarar que la manera como Precious está contada es muy particular. A la increíblemente dramática historia de Precious asistimos como espectadores privilegiados y directos, parece que por el tiempo que dure la película veremos el mundo por sus ojos y ella ha creado mecanismos muy particulares para sobrevivir en un entorno que la agrede constantemente. Precious ha aprendido a bloquearse en momentos difíciles a sustraerse de la realidad y transportarse a un mundo de ficción en el que canta, baila, tiene éxito y es pretendida por un hombre joven y guapo. Así que el espectador debe estar preparado para las irrupciones de ese mundo paralelo al igual que a los diálogos extraños porque Precious es casi analfabeta y no puede desarrollar y mucho menos conceptualizar adecuadamente ciertas ideas. A esto se le suman técnicas de grabación particulares, la cámara se asemeja a un documental en varios momentos dándole una realidad un tanto fría, en otros enfatiza en ciertos aspectos dramáticos, juega con la luz, los colores. Esto consigue que más que una película para llorar, Precious se convierte en una película que nos deja golpeados, asqueados (de las situaciones que allí cuenta) e impactados (fue mi caso por lo menos) y aunque, puedo asegurarle al espectador que la luz llegará a ese reino de tinieblas también debo aclararle que las últimas escenas, las confesiones inauditas que tendrán lugar hacia el final explicarán mecanismos oscuros del alma humana, nos enfrentarán a la miseria más profunda y a las perversas motivaciones que explican, si es que se puede usar esta palabra, ciertos actos y serán, sobre todo, un testimonio de las grietas que se abren en algunas personas, grietas tan hondas que son capaces de arrastrar a quienes las rodean y casi, menos mal solo casi, destruirlo todo a su alrededor.
Dato curioso: Sorpresivas apariciones de Mariah Carey y Lenny Kravitz interpretando a personajes secundarios de la historia.