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Hermanos, remake de una película danesa realizada en 2004, viene acompañada del sugestivo tagline: La misma sangre, el mismo amor. La película cuenta la historia de  Sam, Tobey Maguire,  padre de dos hijas, felizmente casado con Grace, Natalie Portman, y quien es oficial del ejército de los Estados Unidos. Tom, Jake Gyllenhaal,  su hermano, como en una versión moderna de Abel y Caín, es un desastre, tiene problemas con el licor, se mete constantemente en problemas y al inicio de la película está saliendo de prisión por alguna falta que ha cometido. Los demás elementos que conforman el cuadro familiar uno ya los ha visto en otras historias (lo que no quiere decir que aquí no funcionen) madre sumisa que intenta mediar entre sus hombres y padre que se debate entre el orgullo que siente por su hijo exitoso y la vergüenza permanente que le hace sentir al otro cuando, en realidad, este último es producto de su propio comportamiento agresivo y disfuncional. Las cosas están a punto de cambiar para siempre,  Sam debe partir a Afganistán  y allí su helicóptero será derribado y él dado por muerto. Tom se acercará a su cuñada e hijas devastadas por la pérdida e intentará hacerles los días más llevaderos, descubriendo, sorpresivamente para él, que las cosas le fluyen naturalmente,  y que le gusta  pasar tiempo en esa casa, conformada solo por mujeres, que parece tanto necesitar un hombre.

En Hermanos varias cosas no suceden, simplemente se insinúan, se vislumbran, mientras seguimos a esta familia con emociones encontradas y dolorosas, a quien le falta recibir un último vuelco: que Tom ese hombre perfecto y amoroso en realidad no esté muerto sino atrapado en Afganistán padeciendo las más terribles torturas y pruebas psicológicas, y enfrentándose a los oscuros demonios que habitan dentro de cualquier ser humano. Tobey Maguire consigue darle vida y hacer completamente creíble a este hombre y su dolorosa transformación, su mirada no volverá a ser la misma y ahora que ha regresado ¿qué harán en casa con este nuevo Tom y con todo lo que ocurrió durante su ausencia? ¿Cómo restablecer una cotidianidad que ya nunca será la misma porque sus protagonistas han cambiado para siempre?

Hermanos es una película sobre la guerra y el hecho de que ésta consigue llevarnos a límites del horror que no se creía que existieran, es también una película sobre  la familia y el amor filial, la manera en que nos relacionamos con otros y con nosotros mismos, las ideas que tenemos sobre los demás, la manera cómo se establecen las relaciones, la fragilidad del equilibrio que construimos con otros, los dolores que cargamos a cuestas y que imposibilitan, si no se afrentan, que podamos volver a amar.

“Ellos no entienden” dice Tom (un Maguire en su mejor momento) a su regreso de la guerra, “no pueden entender”  lo paradójico es que a pesar de esa incomprensión son ellos, esa familia que lo esperó, lo lloró, lo recibió de nuevo  y que ahora padece sus tormentos y lo confronta y agrede, la única que está dispuesto a amarlo con todas sus imperfecciones.

A Hermanos se le pueden criticar varias cosas, quizás que los momentos mostrados de la guerra pueden ser un tanto caricaturales con los malos muy, muy malos pero, no siento que caiga en el melodrama fácil por el contrario, de una manera silenciosa y pausada nos lleva a ser testigo privilegiados de lo que ocurre  en esta casa, tan cercana a una familia normal, para dejarnos al final con la idea de que no todos los amores pueden realizarse.

 

 

Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?