25. A Felipe lo reconocí entre la multitud.
Es un hermano que reencontré…
Felipe acostado me da la mano.
Felipe sentado junto a mí escucha el disco de Ilya Kuriaky y nos encanta porque podemos percibir la textura de las canciones.
Felipe, desde su computador, me escribe y me piensa y me da el regalo de sentirlo presente.
26. Me despierto en la madrugada. Estoy estrenando casa. Es la primera vez que vivo completamente sola. Voy a la cocina y me preparo un té. Me siento en mi comedor y miro por la ventana de mi casa nueva… Sé que soy feliz.
27. En San José, durante un mes, mis días se concentran en verme crecer la barriga, en prepararme comida deliciosa y disfrutar el verano que se avecina con visitas a la piscina y largas siestas. ..
28. A Maya me la ponen sobre el pecho y la veo enorme.. pesa casi 4 kilos y mide 51 centimetros. Es Maya y desde ese día me mira con esos ojos enormes que tiene. Viene a caminar junto a mí, a que nos enseñemos cosas durante la ruta. Nos conocemos de una manera profunda e intuitiva, es un lazo creado tras días y noches de abrazarnos, de sentirnos y respirar el mismo aire, recuerdos que quizás ella nunca recuerde conforman nuestro pasado en común. En noches largas ha tocado mis mejillas y en momentos de equivocación ha sabido perdonar mis falencias y egoísmos,
29. Juana sonríe todas las mañanas, agradece las pequeñas cosas. Juana y yo estuvimo conectadas durante su nacimiento y juntas superamos ese momento en el que respiró por primera vez con valentía y entereza. Todo mi cuerpo estuvo despierto y consciente para recibirla y fuí inmensamente feliz con esa chiquitina en mis brazos . Juana vino a difrutar la vida y a inundarnos con su amor y su dulzura.
30. Andrés T aparece en mi conferencia sorpresivamente. Hace años no nos vemos pero antes supimos inundarnos de cartas, música y libros. Ese día regresó… las largas conversaciones pueden retomarse en la mitad del camino y lo íncreible es que siempre quedan cosas por contarse.
31. Bailo frente a la pared de mi cuarto… Bailo sola en alguna fiesta… Bailo junto a Diana, junto a Margarita…. Bailo boleros con el chico rubio, bailo gitana con Feddy antes de dar una vuelta por el universo y despedirnos… Bailo sola, bailo acompañada, bailo con Plinio una y mil veces antes de entender que lo que los cuerpos comunican no es siempre lo que la mente cree…
bailan para mí, junto a mí y conmigo…
32. Es año nuevo. Tras un viaje por carretera accidentado llegamos hasta un hotel precioso. Comemos bajo arcos una comida que nos parece deliciosa. Suena la música, mis hijas bailan felices, yo soy feliz y el hombre que me ha acompañado hasta ahí hoy usa un sombrero que lo hace parecer mago. Ese hombre deja atrás su miedo y sus reservas y me sonríe desde su esquina. él me va a abrazar con fuerza a las doce. Miramos los fuegos artificiales desde la ventana y dormimos los cuatro entre esas sábanas blancas. Ese día solo nos tuvimos a nosotros y la promesa de una año que se abría nuevo ante nosotros.