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Babel, dirigida por Alejandro González Iñárritu y escrita por Guillermo Arriaga constituye la que sería la tercera parte de una trilogía completada por Amores perros y 21 gramos. Lo que tienen en común estas tres películas es como un suceso inesperado, una suerte de accidente, vincula de manera inusitada y definitiva la vida de personas completamente distantes y ajenas.

Esta última es la más ambiciosa y, sin duda, para mí, la mejor lograda. En Babel, como lo insinúa el título, las historias se suceden en puntos opuestos del planeta, donde se hablan diferentes idiomas: unos pastores en Marruecos, una familia estadounidense de viaje por ese país africano, la niñera mexicana en San Diego que partirá a Tijuana al matrimonio de su hijo, una muchacha sordomuda en Japón.

En las anteriores películas, y esta no es la excepción, se abordaban historias de amor, de traición y sobre todo existía una mirada aguda sobre los límites entre el bien y el mal. En Babel se reúnen todos estos aspectos y se desarrollan de una manera cuidadosa, sin dramatismos. Los personajes nos son presentados con trazos simples pero profundos, logramos, muy rápidamente reconstruir la historia de los protagonistas sin necesidad de flash backs o extensos monólogos: la pareja que intenta, con el viaje, salvar su matrimonio; los niños pastores (cuya historia es muy similar, como lo anotara Felipe, a la de José y sus hermanos) uno, el menor, el favorito del padre, el otro que sufre en silencio y quiere parecérsele; la inmigrante ilegal que ha construido una vida en estados unidos tan cerca y tan lejos de casa; la quinceañera en crisis tras el suicidio de la madre. En alguna critica de cine leí que la película mostraba como nuestra vida estaba en manos del azar, estoy en profundo desacuerdo con esa lectura, me parece que a lo que apunta la película es a los punto de giro, no es el azar es cómo las decisiones que tomamos en un segundo terminan por modificar nuestra vida y la de otros y que esas modificaciones pueden tener alcances inimaginables, de alguna manera es un poco la idea del batir de alas de una mariposa que produce un holocausto en otra parte del planeta.

Babel es una película que permite muchas reflexiones, ahí están las relaciones personales y familiares, el dolor frente a la traición, la reconstrucción el amor, la búsqueda de la sexualidad para compensar la aparición de la muerte… no quedan por fuera las reflexiones políticas o baste ver lo que dicen los noticieros en Marruecos y la reacción de los estados unidos, también vemos la tensa situación en la frontera entre Estados Unidos y México y el contraste cultural profundo entre esos dos países.

Destaco algunas escenas:

 El asustado marido (Brad Pitt) ayudando a su esposa a orinar, la muerte planeando sobre ellos, y este instante sobrecogedor por la intimidad que existe entre los dos y por el temor de perderse tras tanto dolor.El pequeño marroquí entregándose, derrotado, cayendo de rodillas frente a la policía, buscando redimir su culpa. La niñera, con el elegante vestido rojo desecho, el maquillaje corrido, corriendo con desesperación el desierto de la frontera. La japonesa, tras un periplo doloroso de autodescubrimiento, desnuda, reencuentra la capacidad de abrazar de nuevo a su padre en un gesto conciliador. (Mención aparte a las escenas de la discoteca en silencio para internarnos en el mundo de la sordomuda).

 Para verla con cuidado….