Empezó el año. Por delante se vislumbran unas meses nuevecitos listos para estrenar. El 2005 me deparó innumerables sorpresas y cambios, supongo que no termino por asimilar la mayoría. Al lado mío hay un bambú, imposible no recordar las historias de antiguas filosofías chinas que hablan de aprender a ser flexible como el bambú que no pelea contra el viento sino danza con él. La lección es entregarse y soltar.
El año empieza, hoy es mi último día de vacaciones… estoy sola en mi casa y la casa, por instantes se siente grande y vacía, a ratos siento que está llena solo conmigo y mis libros. Veremos que nos deparan los días por venir.