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Ser feliz era esto es la última novela de Eduardo Sacheri, escritor argentino que saltó a la fama después de que la adaptación cinematográfica de su novela El secreto de sus ojos cosechara numerosos éxitos (entre los que se cuenta el Oscar a mejor película extranjera).

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El punto de partida de esta historia es una idea que de seguro nos parecerá conocida: Lucas, un hombre más bien huraño y pasivo recibe un día la inesperada visita de Sofía, una adolescente que dice ser su hija. A partir de este momento lo que sigue es cómo estos dos seres deben lidiar con este encuentro inesperado que les cambia la vida por completo.Lucas, con los años, se ha construido una vida de rituales sencillos. Gracias a una novela que escribió hace ya un tiempo conoció el éxito comercial y se garantizó el dinero suficiente para vivir sin realizar ningún trabajo en particular. Vive con Fabiana que lo impulsa constantemente a seguir escribiendo actividad que Lucas parece rehuir constantemente.

Sofía, dueña de un carácter fuerte y original, va sobrepasando sus temores iniciales y deposita sin clemencia su mirada crítica sobre la vida de este padre que apenas empieza a descubrir pero con el que encuentra profundas similitudes.

Cada cual, a su manera, se va redefiniendo a través de la mirada del otro, ese extraño que se les parece tanto y que remueve los cimientos de lo que creían que era su vida hasta entonces.

Leer este libro me produjo sentimientos encontrados, por un lado, es una lectura agradable y sencilla, con naturalidad los personajes van evolucionando, redescubriéndose; por el otro, me era imposible no lamentar, a ratos, ciertos clichés, desde el planteamiento mismo de la historia pasando por la adolescente marisabidilla y madura para su edad.

Sin embargo, al final, quizás son más los pro que los contras. El misterio, relacionado con la madre, señalado con sutileza desde el inicio se resuelve de manera creíble y sencilla mientras acompañamos a los personajes a cuestionarse sobre ellos mismos a la vez que cada uno, atraviesa un momento decisivo.

La felicidad, parece insinuar Sacheri, es un sentimiento que alcanzamos, casi sin darnos cuenta, cuando somos consecuentes con lo que realmente deseamos y dejamos atrás los temores para recibir, sin reservas, el amor que otros pueden darnos.

 

Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?